Hoy quiero empezar una nueva sección en el blog a la cual le he puesto la etiqueta de "anecdotario" . En ella quiero plasmar anécdotas que se dan entorno a San Antonio Abad o a su fiesta. Quien de nosotros no ha tenido algún que otro contratiempo curioso y que quiera resaltar. Tenéis a disposición mi e-mail (lastmohican@wanadoo.es) para que dejéis vuestras anécdotas para que podamos compartirlas con todos/as.
Hoy voy a empezar con una que tiene como protagonista a un santero de pro y que por donde va lleva a gala el nombre de Trigueros y el de su patrón, San Antonio Abad. Su santo bendito como le llama el. Este triguereño no es otro que mi tío Antonio Salas. Os voy a relatar la entrañable y divertida anécdota.
No recuerdo bien si fue allá por el año 1999-2000 cuando Antonio Salas estuvo unos años de misionero en una aldea (no recuerdo bien el nombre) de la República Dominicana. Esta aldea es tremendamente humilde, con un nivel cultural muy muy limitado pero donde la bondad, el cariño y el corazón de sus habitantes cubría todas las demás carencias posibles.
Resulta que, el sábado del santo estaba Antonio calculando la hora en que salia San Antonio Abad y pensando en la lejanía en su santo y sus gentes, cuando entraron en su casa un matrimonio muy joven de aquella aldea:
- Buenas noches Don Antonio. ¿en que piensa usted que le vemos un poco nostálgico?
-Pues mirad, ahora mismo tiene que estar saliendo en mi pueblo, en Huelva, mi patrón San Antonio Abad, y la verdad es que lo hecho mucho de menos - les dijo el bueno de mi tío.
- Cuentenos algo de su patrón Don Antonio-les dijeron aquella pareja.
- Cuentenos algo de su patrón Don Antonio-les dijeron aquella pareja.
-Pues mirad, mi patrón es San Antonio Abad. El era un hombre con mucho dinero, pero un buen día lo dio todo a los pobres y dedico su vida a Dios. Hoy en día, en Trigueros, mi pueblo, para honrar a San Antonio Abad, cuando pasa por nuestra casa todos los años, hay familias y amigos que se reunen para tirar, en forma de donación, a todo aquel que lo quiera, panes, chorizos, jamones, bacalao, etc. etc.
Aquellos dos críos no podían creer lo que estaban escuchando. ¡¡ Un pueblo que regala todas estas cosas a gente necesitada !! ¡¡ Y con lo que estaban necesitando allí !!. Entonces les dijeron a mi tío Antonio:
-Don Antonio, veníamos a comunicarle que mi mujer se encuentra embarazada y como nos ha gustado tanto la tradición de su pueblo y su patrón, hemos decidido que si es niño lo que nazca, le pondremos el nombre de su patrón.
Claro esta, Antonio no cabía en el pellejo de la ilusión que le hizo aquello. Pero resulta que al transcurrir los nueve meses, este crio llego un día corriendo y exhultante de alegría y le comunico la gran noticia:
- ¡¡¡ Don Antonio, que mi señora ha tenido un niño y le hemos puesto, como le dijimos, el nombre de su patrón!!! ........ ¡¡¡ LE HEMOS PUESTO SAN ANTONIO ABAD !!!.
Os podéis imaginar la cara de Antonio Salas. ¡¡¡ Que no, que lo de "San" es porque es Santo !!!
Así que desde hace un tiempo para acá, hay por ahí rondando, en la República Dominicana un Antonio Abad mas.
Un saludo.
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